Escondida en una cañada muy cerquita de
Palo Blanco, desciende la cascada “El capote”, llamada así por la gran
cantidad de plantas de ese nombre y que son muy útiles para cubrirse del
abundante chorro de agua que acompaña sonido de la caída.
Llegar al primer destino, Palo Blanco, es una aventura, un trecho empinado que implica un gran reto para los citadinos. Lleva más de 2 horas de caminata o cabalgata (según se prefiera), acompañado de la calidez de los guías y las espectaculares vistas de las cañadas del Pixquiac y sus alrededores, mostrando como telón de fondo la ciudad de Xalapa.
